El Currículo Nacional de la Educación Básica, aprobado mediante la Resolución Ministerial N.° 281-2016-MINEDU, toma lo mejor de lo avanzado en materia curricular en el Perú.
Entre sus principales características se encuentran su menor densidad con el fin de incrementar su aplicabilidad en el aula, de igual forma, su apuesta por enfoques transversales, el autoaprendizaje y el uso de las TIC, su énfasis en una evaluación formativa y no solo calificativa.
Asimismo, se ha considerado su consonancia con las demandas globales ligadas a la ciudadanía responsable y el mundo del trabajo, la inclusión del castellano como segunda lengua, la ampliación de la enseñanza de inglés desde primaria y el incremento de horas de Educación física, Arte y cultura, así como de tutoría para el acompañamiento socioafectivo de los estudiantes.
-
Define un currículo para la educación básica: regular, especial y alternativa.
-
Incorpora el Perfil de Egreso, que indica qué deben lograr nuestros estudiantes al término de su escolaridad.
-
Fortalece la educación cívica y ciudadana y el desarrollo de valores y actitudes en las relaciones interpersonales.
-
Impulsa el arte y la educación física.
-
Potencia los aprendizajes para conectarse con la globalización como el inglés y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
-
Profundiza el enfoque de competencias: aprender haciendo, poniendo en juego un conjunto de capacidades.
-
Refuerza el enfoque formativo de evaluación en el aula, orientada a la retroalimentación para conocer qué han logrado y qué dificultades tienen los estudiantes para ayudarlos a mejorar.
-
Incorpora estándares de aprendizaje nacionales como referentes para la evaluación de aula y de sistema.
-
Posibilita la diversificación regional, local y las adecuaciones a nivel del aula.
En el Perú, contamos con un currículo integrado desde el año 2005, que fue producto de la unión de los currículos de los niveles de inicial, primaria y secundaria, los cuales habían funcionado de forma independiente hasta entonces.
En 2009, se lanzó una segunda versión del Diseño Curricular Nacional que, a diferencia de la primera, apostaba por un enfoque por competencias; es decir, los aprendizajes que los niños y niñas debían alcanzar fueron expresados en la posibilidad de “saber hacer” y no solo “conocer”.
El Currículo Nacional se elaboró tomando en cuenta lo avanzado en materia curricular en el país, así como los resultados de 14 estudios que incluyeron la revisión de 33 currículos de diversos países de los cinco continentes, la revisión de cinco currículos regionales (Piura, San Martín, La Libertad, Arequipa y Puno), nueve mesas técnicas, una conferencia nacional, seis mesas de diálogo regionales, 20 consultas focalizadas en Lima, una consulta nacional en Ayacucho y tres consultas ciudadanas virtuales con amplia participación, realizados entre los años 2012 y 2016. También recoge el enfoque por competencias y las áreas curriculares -con ajustes- que están en el Diseño Curricular Nacional (DCN).