Aprendizajes¿Dónde aprenden?Presentación
Los espacios donde pueden lograrse aprendizajes valiosos de toda índole, tanto en la infancia como en la adolescencia y juventud o en la vida adulta, no son sólo los delimitados por las cuatro paredes del aula y de la escuela. Todas las experiencias de vida de los estudiantes, sean fuera o dentro de la escuela, al interior de las actividades familiares, sociales, productivas o culturales típicas de la localidad, pueden ser una fuente importante de aprendizajes si es que se vuelven objeto de reflexión y análisis, motivando la generación de conocimientos nuevos.
A toda edad los estudiantes se mueven en distintos escenarios y afrontan variadas situaciones que suponen dilemas o desafíos, los cuales necesitan entender y responder apelando a todo lo que saben y a los medios que tienen disponibles. Además, se proponen objetivos de diversa naturaleza, sea que se trate de conseguir prestado el juguete de su amigo, de evitar que sus hermanos pequeños se hagan daño cuando están solos, de preparar alimentos en casa en ausencia de la madre o de hacer las compras del mercado sin olvidar nada y regresar con el vuelto exacto.
En estas u otras situaciones, de acuerdo a su edad y a su grado de maduración, no sólo registran valiosa información sobre su familia o su localidad, sino que ponen en juego diversas habilidades y aplican conocimientos aprendidos en otros contextos para ensayar soluciones.
Estas experiencias, aprovechadas pedagógicamente, pueden propiciar aprendizajes diversos y pertinentes a las demandas del currículo, si es que cada escuela hace un inventario de ellas, le reconocen su valor e identifican las capacidades que sus estudiantes ensayan para afrontarlas. Así, la vida misma de los estudiantes en sus diversos escenarios puede convertirse en el principal punto de referencia del aprendizaje escolar.